jueves, 14 de junio de 2012

Ngaribay_tutorialimpresionconstancias

Les comparto un breve tutorial que hice para orientar a mis estudiantes en línea.

Saludos y hasta la próxima

lunes, 14 de noviembre de 2011

Internet, los niños y la seguridad

Por: Nadia Garibay R.

Así como la Internet ha desarrollado un potencial sorprendente en cuanto a la información, los servicios, la comunicación interpersonal, etcétera, lo cierto es que como toda buena tecnología tiene sus partes negativas. Ya lo decía el estudioso de la comunicación Marshall McLuhan, la tecnología siempre tiende a revertirse sobre sí misma.

Es así que no podemos negar la inseguridad que trae consigo la Internet, especialmente para los menores. De acuerdo con cifras publicadas recientemente por Octavio Islas, un estudioso de la Internet, casi el 30% de los usuarios de Internet a nivel nacional son menores de 12 a 17 años, si le sumamos el porcentaje de los niños entre 6 y 11 años que utilizan este medio, estamos hablando de que en conjunto conforman casi un 38% de los cibernautas mexicanos.

No es de extrañar entonces, que los padres de familia y los educadores expresen cierta preocupación cuando ven a estos niños enajenados frente a la computadora y es que si bien, gracias a ésta, pueden acceder a información que les permite realizar sus tareas escolares, también es cierto que una sola palabra en el buscador, puede abrir cientos de páginas con información que tal vez no sea apropiada para ellos.

Entonces, ¿Qué puntos se deben de tomarse en cuenta para que los menores usen Internet?

Nunca proporcionar datos personales. Esta es una de las sugerencias más escuchadas, los niños deben evitar poner su edad, nombre, teléfono, dirección y datos sobre sus familiares, para proteger su privacidad e impedir que esta información sea mal utilizada por personas malintencionadas. También es necesario evitar enviar fotografías.

No aceptar en el chat a personas desconocidas. Muchas personas piden ser aceptadas por los usuarios de este servicio para sostener conversaciones.

Verificar quienes están dentro de su lista de contactos e identificar con que frecuencia hablan con ellos. Es necesario conocer con quienes conversan los niños a través del chat, ya que no necesariamente las agresiones pueden venir de personas mayores o de alguien desconocido, sino también de su propio círculo de amistades.

Cuidar los foros.
Estos son espacios públicos cibernéticos donde se puede entrar a conversar o a jugar con otras personas. Hay que tener cuidado, muchas veces el acoso se da por estos medios y nunca se debe conocer a un “amigo” de un foro en persona.

Controlar las horas de uso del Internet. Los padres pueden determinar un tiempo para el uso del internet y buscar dar al niño la opción de realizar otro tipo de actividades diferentes de manera que el niño no esté todo su tiempo libre metido en la red.

Ubicar la computadora en un espacio familiar y utilizar los filtros de seguridad. Para que pueda estar supervisando las actividades que realiza el menor y bloquear las páginas que consideramos amenazantes.

Tampoco es recomendable alejar al menor de la computadora ni quitar el servicio, recordemos que esta tecnología es parte de sus vidas y es accesible aún fuera de casa, por lo tanto, es mejor que como adultos les demos una “educación cibernética” que les permita a ellos entender los riesgos a los que se exponen, y a la vez, tranquilidad a los mayores en esta interacción de sus hijos con la computadora.

Aportaciones de la red a la educación

Por: Nadia Garibay

Actualmente la sociedad se encuentra inmersa en un ritmo cambiante, la tecnología dentro de esta dinámica ha venido a ocupar un lugar importante, llegando a ser imprescindible en muchas de las actividades humanas.

A pesar de que existen autores que consideran que la tecnología viene a hacer más grande la brecha económica y digital para los países que no cuentan con los recursos necesarios para su adquisición, es cierto que en los países donde sí existe, puede utilizarse como una herramienta eficaz.

Para muestra basta un botón, veamos el caso de Internet: nos desenvolvemos dentro de un entorno donde la red nos permite realizar actividades sin movernos de nuestra casa, actividades privadas y públicas, relacionadas con la satisfacción de algunas de nuestras necesidades; todo esto aunado al hecho de que también dentro de nuestro ritmo actual y cambiante, cada vez tenemos menos tiempo para hacer todo.

Es así que nuevas tecnologías aparecen integrándose, intentando facilitar las actividades del hombre. Podría decirse que vivimos en una sociedad tecnológica donde el único valor es la eficiencia.

Eficientar la actividad educativa
La tecnología brinda esa posibilidad de eficientar cualquier actividad, no es de sorprender entonces que dentro de los sectores que han implementado este recurso se encuentre el educativo.

La educación también cambia, tal vez no al mismo ritmo de la sociedad y mucho menos al de la tecnología, pero bien vale la pena preguntarse si podemos quedarnos a un lado de este cambio, satanizando a la red o bien, de asumir el reto de encontrar los aspectos positivos de la Internet y aprovecharlos a nuestro favor en este ámbito.

Entonces, más allá de enfocarnos en los aspectos negativos de la red en la educación (entre los que se encuentran: el plagio, las fuentes de información poco confiables, la facilidad en la obtención de información que no genera un proceso de investigación más profundo, entre otros), hablemos de algunos de los aspectos que la favorecen:

Gran cantidad de información accesible. Si bien muchas de las fuentes no son confiables, también existe una gran cantidad de información validada y de diversas temáticas que pueden servir como un apoyo en el ámbito educativo. Además de que es una información actualizada que está al alcance de todos. Aquí sería conveniente realizar un análisis para identificar el sitio, el autor y valorar la calidad de estas aportaciones.

El contacto con expertos en diversas áreas. La red brinda la oportunidad de ponernos en contacto con una gran cantidad de personas, ya sea a través de foros de participación libre, del correo electrónico, de las videollamadas, etcétera. Contactos que a través de los medios convencionales probablemente nos llevarían más tiempo y dinero generar. Y con los que tal vez en un plano presencial sería difícil coincidir.

Un espacio de expresión. Todo el que tenga acceso a la Internet, podrá tener un espacio donde comparta sus ideas y conocimientos a un nivel global.

Estas son tan sólo algunas de las ventajas que proporciona el uso de la red en la educación, ya depende de nosotros el aprovecharlas para hacer esta actividad más eficiente.

Estudiar a través de Internet

Por: Nadia Garibay

Hace tan sólo algunos años si alguien nos hubiera dicho que era posible a través de la computadora estudiar un posgrado en una universidad extranjera, probablemente no lo habríamos creído.

Dada la gran cantidad de cursos, diplomados, posgrados, entre otros, que se ofrecen en Internet en diversas instituciones a nivel nacional e internacional, se pensaría que este es un tema con el cual se puede estar bastante familiarizado, sin embargo, existe un desconocimiento de lo que significa ser un estudiante en estos terrenos.

El reto de estudiar a través de Internet
Un curso impartido a través de Internet dista mucho de lo que conocemos como la educación presencial, aquella en la que se asiste a una escuela, a un salón, a tomar una clase impartida por un maestro frente a un grupo.

La “educación on line” requiere de ciertos elementos específicos, que si bien, pueden ser parecidos a los que se presentan en la educación presencial, no siempre tienen la misma función. Lorenzo García Aretio, estudioso de esta modalidad educativa, menciona entre ellos: al estudiante, al docente que se apoya en un tutor, la computadora, la institución educativa, y el proceso que le da estructura y organización a la misma.

La responsabilidad del aprendizaje propio
Pero no todo es cuestión de sentarse frente a la computadora y recibir el conocimiento. Dentro de diversas investigaciones ha quedado demostrado que uno de los principales problemas que se enfrentan en la educación en línea, más allá de los percances técnicos que pudieran surgir, está la falta de autonomía que tienen los alumnos para hacerse responsables de su propio aprendizaje. Tras pasar varios años en un aula, sentados frente a un maestro, del cual somos dependientes para aprender, es muy lógico que se genere un shock al estar por cuenta propia frente al conocimiento.

Es por esto que una persona que pretenda realizar un curso bajo esta modalidad en línea, debe saber que en este proceso educativo el estudiante es el responsable primero de su aprendizaje y que además debe tener una motivación constante para adquirir la disciplina necesaria.

También es necesario que se busque una organización adecuada, aunque en un inicio pueda parecer que tal vez no nos implique tanto tiempo llevar un curso donde prácticamente somos nosotros mismos quienes nos imponemos los horarios y combinamos esta actividad con las otras que tenemos diariamente, esta modalidad educativa es tan exigente (sino es que en ocasiones más) como el aprendizaje presencial.

Reaprender a aprender
Sin duda, como lo menciona el investigador Thierry Karsenti, para ser partícipe de la “educación on line” es necesario “reaprender a aprender”, es necesario desarrollar ciertas habilidades, que con el tiempo y la práctica se vuelven parte del estudiante.Y más que nada, vale la pena aprovechar esta posibilidad que nos brinda la época actual de acceder a un conocimiento confiable, que nos ayudará a aprender cosas relevantes y nuevas que podremos aplicar dentro de nuestra área laboral, sin tener que salir de la ciudad, muchas veces, sin tener que salir de nuestra propia casa.

Bienvenida

Hola a todos, bienvenidos a este espacio donde se publicarán artículos relacionados con el ámbito educativo. Mi nombre es Nadia Garibay y estaré compartiendo con todos ustedes temas que relacionados con educación, comunicación e investigación, las tres áreas principales de mi interés.